La raíz de la garra del diablo africana forma parte de la medicina popular tradicional de la región del Kalahari y allí se utiliza para tratar toda una serie de enfermedades. En los caballos, ha demostrado ser especialmente eficaz para la artrosis, una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones que puede ser muy dolorosa, sobre todo en climas fríos y húmedos.
Los caballos afectados suelen tener una larga fase de calentamiento y salen del box por la mañana muy rígidos y fuera de paso. El ejercicio mejora los síntomas, al igual que el calor (por ejemplo, solarium). Las articulaciones individuales pueden verse más gravemente afectadas y causar una cojera considerable, especialmente cuando están frías. La artrosis es un síntoma común de la vejez y se da en muchos caballos que han superado los 16 años. No todos los caballos se ven afectados en la misma medida. Las dolencias artríticas son especialmente frecuentes cuanto mayor es la edad del caballo, en caballos que se mantienen predominantemente en boxes (falta de ejercicio) y en caballos que han practicado o practican disciplinas deportivas que sobrecargan mucho las articulaciones.
La garra del diablo puede proporcionar alivio en este caso. Sus propiedades antiinflamatorias han quedado demostradas en estudios tanto in vitro como in vivo. El efecto de la planta entera o de los extractos completos de plantas es siempre significativamente mejor que el de los componentes aislados. Alimentar a los caballos con raíz de garra del diablo molida ha demostrado su eficacia en la práctica.
La experiencia ha demostrado que la garra del diablo tarda unas dos semanas en desarrollar todo su efecto. Debe dejar pasar aproximadamente el mismo tiempo para que sus principios activos se descompongan por completo después de dejar de tomarlos. Por lo tanto, tiene sentido administrarlo durante un periodo de 6-8 semanas. A continuación, debe dejar de utilizarlos y observar si el patrón de marcha ha mejorado de forma sostenible. En caso contrario, la garra del diablo también puede administrarse durante periodos más largos, por ejemplo, a lo largo del invierno. Durante el verano, los síntomas suelen mejorar por sí solos debido al clima más cálido, por lo que se puede interrumpir el tratamiento. Con el inicio de la estación húmeda y fría, la garra del diablo puede volver a utilizarse.
Con el inicio de la estación húmeda y fría, se puede volver a dar la garra del diablo, pero cuidado con los caballos con problemas estomacales como gastritis o úlceras de estómago. No se le debe dar garra del diablo, ya que puede agravar los problemas estomacales.
Fuentes:
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Christina Fritz, Souel Maleh, Civilización enfermedades del caballo, Sonntag Editorial 2015